Cortesía 3 Museos
Noticom.com.mx.- El Museo de Historia Mexicana inaugurará la exposición “Las Artes Decorativas bajo nuestros pies”, el miércoles 15 de octubre a las 20:00 horas.
La muestra, es un recorrido sobre la memoria de los pisos de pasta, sus talleres, los colores y los diseños que definieron una época clave en las artes decorativas locales, que tuvieron gran fuerza a principios del siglo XX.
La exposición, tiene como punto de partida la investigación desarrollada durante varios años por Selene Velázquez, maestra en Restauración de Sitios y Monumentos y responsable de la muestra, y permanecerá en exhibición hasta el 14 de diciembre.
Su estudio sobre la historia y el valor patrimonial de los mosaicos hidráulicos en Monterrey contó con el apoyo del Sistema Nuevo León para el Impulso Artístico y la Creación de CONARTE en su edición 2024.
De esta investigación surgió la conferencia del mismo nombre, impartida en diciembre del año pasado en el auditorio del museo, cuyo contenido inspiró y dio forma al proyecto expositivo que hoy se presenta.
La historia de la baldosa hidráulica inicia en la exposición universal de París, por la empresa barcelonesa Garret Rivet y Cía. en 1867: una loseta que no requería ser horneada y que al mezclar y prensar cemento Portland, pigmentos, marmolina, arena y agua, se obtenía una pieza artesanal que, además de ser estéticamente bella, lograba ser duradera y resistente.
Selene Velazquez señala que la presentación causó tal furor, que el uso de los mosaicos hidráulicos recorrió mares y océanos. Así, a finales del siglo XIX, llegó a Monterrey gracias a “La Industrial”, la primera fábrica de pisos de pasta en la Ciudad.
La exhibición presenta parte de la tradición mosaiquera a través de la materialidad de sus piezas. Reúne baldosas recuperadas en distintos contextos como un ejercicio de arqueología urbana: desde terrenos baldíos hasta estacionamientos, espacios que anteriormente albergaron grandes inmuebles y que hoy fueron demolidos, conservan parte de la decoración que los cubría, dijo.
Algunas baldosas de la exposición fueron elaboradas artesanalmente, lo que las vuelve únicas e irrepetibles.
Otras, las recuperadas de las construcciones demolidas, conservan en su cara posterior el sello de los talleres de donde provienen como Mosaicos Rivero Sucs. o Mosaicos Popo.
Contienen, además, no sólo diseños coloridos, sino la destreza del oficio de maestros mosaiqueros que tardaron largas jornadas laborales para elaborarlas.



































