Cortesía Conarte.
Noticom.Mx.- “Quería escribir lo que yo no podía leer”, manifestó la joven escritora Iveth Luna Flores (Apodaca, Nuevo León, 1988), Premio Nacional de Poesía Francisco Cervantes Vidal, 2016 por su poemario “Comunidad terapéutica”, en su participación en el programa Diálogos con autores de Nuevo León, realizado en la Casa de la Cultura de Nuevo León.
“La violencia íntima, la violencia familiar que está en mis poemas está retratada a través de la pobreza, de la desigualdad social. La pobreza es sí misma es violenta y la pobreza provoca ansiedad, ira, y mucha frustración, más que proponerme escribir poemas agresivos o violentos, mis primeros objetivos, que tampoco eran tan conscientes, era que quería escribir lo que yo no podía leer.
“Lo que quería era escribir poemas que hablaran de lo yo quería hablar, en una primera instancia fue más desbocarse, de decir lo que decía y pensaba y conforme pasaron los años fue intelectualizar más estos temas”, señaló.
Iveth Luna Flores platicó sobre su literatura con la escritora Michelle Monter Arauz, (moderadora), quien es traductora por la UANL y especialista en Literatura Mexicana del Siglo XX.
Diálogos con autores de Nuevo León es un programa de charlas en las que los escritores de la entidad se reúnen para hablar, desde su experiencia como autores y lectores, sobre su formación, proceso creativo y su relación con los lectores.
No es solo escribir lo que te duele
“No se trata de solo escribir de lo que te duele, sino de un concepto histórico, de una construcción social, de una clase, hay todos estos filtros que pasan con la familia, y conforme iba escribiendo me di cuenta que no era la violencia en sí mi objeto de estudio, sino eran todas estas capas de las que están hechas las relaciones humanas, sobre todo las íntimas”, explicó Luna Flores.
La familia en su literatura
“Quería hablar de la familia y para ello empecé a leer a poetas que hablaban de la familia como Silvia Plath, Enriqueta Ochoa y Leopoldo María Panero, que hablan de la figura del padre y de la familia”, manifestó la escritora.
“Una vez dije: voy a escribir sobre mi familia. No se me antojaba escribir sobre amor, ahora ya lo hago, pero siendo más joven se me hacía muy cursi. Tenía más la inquietud de hablar de lo yo estaba sintiendo, pensado en ese momento. Y no encontraba poesía que hablara de la familia mexicana, se habla de la familia, de los sentimientos hacia el padre y la madre, pero no se habla de la parte oscura de la familia mexicana. Yo no había leído poemas así. Ahora hay más poetas que están hablando sobre las genealogías, la madre y el padre”, apuntó.
“Hablar de la familia fue difícil”, mencionó, “y lo sigue siendo, no creo que estos temas se vuelvan fáciles en algún momento. En la vida normal para ninguna persona es fácil hablar de su familia, pero en esta búsqueda voy encontrado más herramientas para hablar de eso, antes me asustaba más, pero ahora me siento más segura de lo que hago”, dijo, “fue doloroso, pero también muy esclarecedor, te das cuenta de cosas que no había visto antes, es liberador”.